Gracias, Juanfer, por el oportuno comentario (porque aún me encuentro en un tempo cercano al que me marcó la película y por venir de ti que tan bien conoces el tema) y por la exactitud expresada en el mismo (se nota que cuando uno se esfuerza en no sólo entender sino además explicar una materia ha de desarrollar formas sencillas de transmitirla).
Llevas razón al remarcar mi confusión entre los conceptos dignidad y libertad. Ahora entiendo mejor la diferencia señalada por ti. Cuando escribí el artículo era consciente de que ese párrafo no acababa de funcionar. Había algo en mí disconforme pero a su vez convencido de la "sensación" que quería transmitir. A ver si la explico ahora mejor: un hombre tiene la "libertad" de reconocer la "dignidad" (el VALOR de la persona por el hecho de serlo) a los demás o no. Por ejemplo, en el pasaje del juicio mencionado todo el mundo, desde los poderosos hasta los miserables, estaba utilizando a un inocente como un medio para conseguir su objetivo. Este hacer le reconoce poca dignidad al inocente (se usa como medio para conseguir un fin: rebajar la condena, y puede acabar liquidándolo: piensa en la posible condena a muerte o a muchos años de prisión), pero, al hacerlo, ¿no estás corrompiendo tu propia dignidad? ¿erosionamos nuestra dignidad cuando libremente elegimos actuar negándosela a los demás y la elevamos cuando la reconocemos en los otros? Dicho de otro modo: si negamos la dignidad a un hombre, ¿nos la estamos negando a nosotros mismos en tanto en cuanto somos hombres? ¿estamos concediendo que otros nos la nieguen y acaben concediéndonos el mismo VALOR que nosotros concedemos? Y llegado hasta aquí, ¿no hay cierta relación entre nuestra dignidad y la de los demás (se autogeneran o limitan)?
Yo veo la libertad y la dignidad como dos caras de la misma moneda. La libertad implica acción, posibilidad... y la dignidad estado. Y ambas se influyen: si quieres mantenerte digno no puedes actuar de cualquier forma, y dependiendo de como actúes conservas mayor o menor grado de "dignidad".
Pero soy consciente también de que visto así esto abre una puerta muy peligrosa: ¿podrías perder tu dignidad, VALOR de la persona por el hecho de serlo, a consecuencia de tus actos? ¿podrías dejar de ser una persona si no te comportas como una persona? ¿y cómo han de comportarse las personas para ser personas? Y si alguien cree que pierdes el valor, ¿podría acabar contigo? Y si esto lo piensa un estado, ¿se implanta la pena de muerte?
Dignidad y libertad
Gracias, Juanfer, por el oportuno comentario (porque aún me encuentro en un tempo cercano al que me marcó la película y por venir de ti que tan bien conoces el tema) y por la exactitud expresada en el mismo (se nota que cuando uno se esfuerza en no sólo entender sino además explicar una materia ha de desarrollar formas sencillas de transmitirla).
Llevas razón al remarcar mi confusión entre los conceptos dignidad y libertad. Ahora entiendo mejor la diferencia señalada por ti. Cuando escribí el artículo era consciente de que ese párrafo no acababa de funcionar. Había algo en mí disconforme pero a su vez convencido de la "sensación" que quería transmitir. A ver si la explico ahora mejor: un hombre tiene la "libertad" de reconocer la "dignidad" (el VALOR de la persona por el hecho de serlo) a los demás o no. Por ejemplo, en el pasaje del juicio mencionado todo el mundo, desde los poderosos hasta los miserables, estaba utilizando a un inocente como un medio para conseguir su objetivo. Este hacer le reconoce poca dignidad al inocente (se usa como medio para conseguir un fin: rebajar la condena, y puede acabar liquidándolo: piensa en la posible condena a muerte o a muchos años de prisión), pero, al hacerlo, ¿no estás corrompiendo tu propia dignidad? ¿erosionamos nuestra dignidad cuando libremente elegimos actuar negándosela a los demás y la elevamos cuando la reconocemos en los otros? Dicho de otro modo: si negamos la dignidad a un hombre, ¿nos la estamos negando a nosotros mismos en tanto en cuanto somos hombres? ¿estamos concediendo que otros nos la nieguen y acaben concediéndonos el mismo VALOR que nosotros concedemos? Y llegado hasta aquí, ¿no hay cierta relación entre nuestra dignidad y la de los demás (se autogeneran o limitan)?
Yo veo la libertad y la dignidad como dos caras de la misma moneda. La libertad implica acción, posibilidad... y la dignidad estado. Y ambas se influyen: si quieres mantenerte digno no puedes actuar de cualquier forma, y dependiendo de como actúes conservas mayor o menor grado de "dignidad".
Pero soy consciente también de que visto así esto abre una puerta muy peligrosa: ¿podrías perder tu dignidad, VALOR de la persona por el hecho de serlo, a consecuencia de tus actos? ¿podrías dejar de ser una persona si no te comportas como una persona? ¿y cómo han de comportarse las personas para ser personas? Y si alguien cree que pierdes el valor, ¿podría acabar contigo? Y si esto lo piensa un estado, ¿se implanta la pena de muerte?
...ya me callo ;-)