Robo aquí una pregunta y su correspondiente respuesta de la sección "Punset Responde" incluida en la revista "Redes Para La Ciencia" número 26. Por tanto, de lo que sigue nada es mío, excepto la enfatización intencionada de las negritas y el subrayado ;-).
Pregunta:
Si no soy feliz, ¿vivo en un estado de infelicidad, o hay un punto intermedio? (Santiago Solares)
Respuesta:
Hay un punto intermedio, naturalmente. La inmensa mayoría del tiempo estamos en ese punto en que no somos del todo felices o infelices. Es la forma natural de estar, lo más común y normal. Y está bien que sea así. Yo siempre digo que la felicididad está en la antesala de la felicidad. Lo que nos hace más felices no es llegar a nuestra meta sino estar a punto de lograrla. Si lo piensas, verás que es lógico que sea así. Si siempre nos sintiéramos satisfechos, contentos y plenos, no nos moveríamos, no haríamos nada, y eso nos impediría seguir avanzando, pensar cosas nuevas, luchar por nuevos objetivos, evolucionar. Y, en el caso contrario, pasa lo mismo. Si siempre nos sintiéramos infelices, agobiados, tristes y desesperados, no tendríamos la energía necesaria, la motivación, para luchar por aquello que necesitamos para sobrevivir.
El equilibrio es lo que resulta más óptimo para nuestra especie. Una cosa es el miedo que paraliza y otra la ansiedad necesaria para acometer nuevas tareas. Dicho esto, debo añadir que debemos intentar ser lo más felices posible, porque el bienestar genera salud. Sentirnos tranquilos y satisfechos induce a la secreción de hormonas que nos ayudan a mantener nuestro cuerpo y mente en forma. Lo que no debemos hacer nunca es acomodarnos, rendirnos, dejar de tener ilusiones por las que luchar.