Nuevas confesiones

Y es que en el barco de teseo sólo permanecía una cosa: el amor.

Nuevas confesiones

Es que no eras el mismo,
me dices con los ojos quemados de mirarme.

Te dolía la casa,
viajabas demasiado y sin motivo,
rodabas por el humo de la noche
igual que el sueño roto de la mesa,
parecías amargo,
muy perdido,
tal vez por otros cuerpos,
tal vez por una fecha
en la vida de nadie,
una cita sin año ni estación.

El cuervo de la lluvia cruza por la ventana.

Cuando yo no era el mismo,
te quería también.

Del libro "Vista Cansada" de Luis García Montero. Colección Palabra de Honor. Visor Poesía. 2ª Edición, marzo de 2008.

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