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Hola, ¿qué tal?

...hace tiempo que no sé de ti / ¿cómo te va? / ...

Esto es lo que escasamente recuerdo del estribillo de una canción de las que ayer escuché, por primera vez, a Alfonso del Valle. Desde aquí doy las gracias a mi amiga P. por haberme redescubierto, y a la vez desempolvado de mi alma, esta afición por la canción de autor que, hace tiempo, intenté cultivar en la emblemática "carbonería". He de reconocer que no era un gran seguidor de nadie, no recuerdo ni los nombres de los que escuchaba, mejor dicho, no asocio nombre con persona. En fin, en aquellos tiempos uno atravesaba sendas de pocos amigos, era el empezar en una ciudad completamente desconocida y desbordante, uno luchaba por sobrevivir y por ir buscando su hueco... en más de una ocasión el único lenguaje existente era el del sonido del hielo chocando contra el cristal que contenía el elixir de johnniecola, y su música...

Habrá más.

Esta mañana, cuando iba a escribir esto, me he encontrado que el ordenador no arrancaba. Al pulsar el botón de encendido la única reacción era un leve destello de uno de los led. Nada más. Muerto. Mis sospechas han ido directamente a la fuente de alimentación, gracias a que tenía otro desechado ordenador esperando a ser desguazado he podido cambiar la fuente y... aquí estamos. "Quien guarda, haya", diría mi abuela.

Y para terminar, los buenos observadores habrán notado que este "artículo" está clasificado en dos categorías: música y bitácoras. La primera a estas alturas ya está justificada. La segunda se justifica porque sirve de anuncio del estrenado foro "Desde ti", el cual ha sido "construido" con la ilusión de dar libre voz (no encorsetada a los comentarios, y por tanto al tema, de los artículos que publico) a todos aquellos que visitan este lugar y quieren compartir sus "pasiones" con los demás: informar de un acontecimiento, recomendar una determinada página, realizar una crítica de algo o alguien, etc. Libertad que termina donde comienza la de los demás, y enmarcada por los límites del respeto y el buen gusto.

Eso sí, todo aquel que quiera disponer de esta posibilidad tendrá que registrarse. Por cuestión de confianza (que no explico por no extenderme más). Los comentarios siguen siendo abiertos (anónimos si se desea) y sin censura.

Como toda aventura que empieza uno no sabe hasta donde llegará... sólo el tiempo.

Salud, y cálidos susurros de autor.

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